Cuando el pasillo parece interminable, las alfombras largas para el pasillo son la solución perfecta.
Su formato continuo crea una línea visual que guía la mirada y, además, amortigua el eco característico de los suelos desnudos.
Si buscas comodidad sin renunciar a la practicidad, elige una alfombra de pasillo lavable: imperceptible a las manchas y lista para lucir impecable tras un enjuague sencillo.
Todas mantienen un reverso antideslizante que se ancla al suelo y evita desplazamientos incómodos.